Friday, January 25

Cifras de desempleo

Se han dado a conocer las cifras de desempleo mas bajas de los últimos 40 años.  El gobierno se ha apresurado a destacarlo con bombos y platillos, no solo atribuyéndose la totalidad del logro, sino que indicando que con un futuro gobierno de Bachelet se perdería todo esto.  Simultáneamente la oposición ha reaccionado cuestionando las cifras, apuntando a que se trata de empleos tercerizados o parciales, etc.  Una mirada un poco mas objetiva muestra que:
a) efectivamente las cifras de desempleo son muy bajas cosa que es muy buena para Chile
b) probablemente esto se debe mas a un comportamiento responsable de todos los ministros de hacienda de los últimos gobiernos incluyendo muy especialmente a Andrés Velasco que supo manejar la crisis de forma ejemplar

Lo que me preocupa es que estas cifras, que indudablemente son positivas, han entusiasmado a la derecha a volver a insistir en su tesis de que lo único que importa es el crecimiento económico.  Si mantenemos el crecimiento alto todo lo demás se obtiene como consecuencia de ello.  El que ello no haya sucedido en ninguna parte del mundo es solo un detalle sin importancia.

Es como una familia donde hay un niño con problemas serios de conducta, que abusa de sus compañeros, deshonesto e irrespetuoso con los mayores pero que se saca excelentes notas en el colegio.  Cada vez que alguien hace notar a sus padres sobre uno de estos problemas ellos muestran la libreta de notas.  Mas aún insisten en que el niño es "admirado" por estas buenas cifras.  Al igual que el niño del ejemplo Chile muestra con orgullo al mundo sus cifras macroeconómicas pero esconde problemas que no se resuelven con crecer a tasas elevadas.

El principal problema de Chile hoy es la obscena desigualdad y segregación socioeconómica.  Otro problema no menor es que los grandes grupos empresariales tienen demasiado poder para abusar no solo de los consumidores sino de sus proveedores (pymes) debido al debil marco regulatorio.

Chile también enfrenta un desafío político.  No es posible seguir funcionando con un sistema electoral que es rechazado por una gran mayoría de los chilenos y que privilegia  la estabilidad por sobre valores superiores como la democracia y la justicia.

Friday, January 18

El video de Golborne

Confieso que este comentario estará necesariamente sesgado.  Esto porque por una parte el video en cuestión indudablemente me trajo recuerdos de la campaña del "SI", y por otra porque es un video de la UDI, partido al que no le tengo ninguna simpatía.
Pero no me quiero referir ahora a la forma sino mas bien al fondo del mensaje, al famoso "es posible".  El principal problema de este mensaje es que induce a error, ya que una cosa es que se pueda (es posible) y otra muy distinta es que una persona común lo logre (es probable).
¿ Se puede ganar el Kino y pasar de ser pobre a rico en un minuto ? Sí, se puede.  Podríamos hacer un video de alguien a quien le sucedió.  ¿Es probable que eso me pase a mí ? Definitivamente no.
Lo que intenta transmitir la UDI es su clásico mensaje de "superación personal" y estado subsidiario.  Todo depende del esfuerzo personal y no hay que esperar nada del estado.
Paradojalmente, el que Golborne haya "podido", aparte por cierto de sus propios méritos personales, dependió en buena medida de poder haber accedido a una educación de calidad, cosa que hoy día para una familia verdaderamente de clase media (no de aquellas que se auto etiquetan de clase media) es virtualmente imposible.
El otro problema de este mensaje es, que si uno acepta la premisa "es posible", y Golborne lo hizo mucho antes que asumiera la derecha al poder, entonces no se necesita un gobierno de derecha para que sea posible.
Yo mismo podría hacer un video que mostraría como un hijo de una familia de inmigrantes, que llegó a Chile sin dinero alguno, logra no solo titularse de esa misma carrera "difícil" del video de Golborne, sino continuar hasta obtener el doctorado y trabajar como académico en la Escuela donde estudió el hijo del ferretero. ¿Es posible ? Sí.
En Chile solo políticas públicas fuertes y decididas y no solo una apelación al esfuerzo personal nos permitirán transformar esta posibilidad remota en una opción real.